Una cosa más:
Si a la salida ven a un extraño merodeando por su auto,
no se asususten, puede ser el diablo buscando un aventón.

El diablo es buen compañero,
para no andar solo en una carretera del desierto.

El diablo viaja bien sosteniendote la bolsa de papel marrón,
echándote aguas por si viene la patrulla.

El diablo viaja mejor cuando hay música y bebidas frías.

El diablo busca las carreteras más largas y llenas de curvas,
y los parajes más solitarios junto al asfalto y bajo la luna.

El diablo quiere los vidrios abiertos y el estereo a todo volumen.

El diablo viaja mejor en el asiento trasero, con dos enamorados al frente.
Hace de tres compañía, una hermosa multitud.

El diablo conoce los mejores moteles en el camino...