En una fila interminable espero mi ejecución.
Los gusanos se congregan en torno a la mesa del carnicero.
Ellos esperan, nosotros también.
Ante todo, esperamos esos quince minutos frente al gran público.
Para pintar sus caras de vergüenza y terror
o llenar sus bocas con la risa.
Poco importa lo que sucede después.
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3 comentarios:
Pero sí importa si Lichtenstein y Warhol peléan por una sopa campbells de champiñones; tono eun nos jodidos 15 min. de fama.
¿fama, gran pùblico?
yo espero mi ejecuciòn sentado en el sofà, bebiendo una cerveza con sabor a anonimato, despuès de todo què es el gran pùblico lector frente a la masa humana, què un escritorzuelo (tastro) frente a un universo que contiene a un Dostiovsky...
Vaya, hasta los comentarios son buenos.
Interesante blog.
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